Por ti estaré
siempre.

Encenderé una vela cuando creas que ya no hay luz en tu
vida. Y mi sonrisa siempre estará para ti. Puede que no consiga evitar tu tristeza,
pero si puedo sonreír hasta contagiarte. Porque al final, ese es el mejor
antibiótico.
No voy a hacerte la vida más fácil, porque cada uno tiene
sus propias tormentas que superar. Pero podemos fusionar nuestras tempestades
hasta que apacigüemos al viento y salga el sol.
La fuerza no es mi fuerte, pero te protegeré y cuidaré en
todo lo posible. No importa la hora, el clima o la distancia. Tus sueños
siempre estarán a buen recaudo.
Me conformo con verte feliz.
Con anhelo,
Claudia Frey
Comentarios
Publicar un comentario