Hoy y nada más


Escribo, borro, siento y vuelvo a escribir. Me gusta, me disgusta, lo acepto. Últimamente siento que la inspiración no toca a mi puerta, todo me parece incompleto. Quizás sea el perfeccionismo el que deja mis frases inacabadas y mis palabras incompletas. Pero para demostrarme que la imperfección es más bonita que su adversaria, me voy a arriesgar. Voy a dejar mi huella en la arena y mi aroma en la brisa. Nadar a contracorriente si hace falta.

Hoy es uno de esos días, que sabes que algo ha cambiado, que a partir de ahora nada volverá a ser como antes. Y es porque me he vuelto a levantar. Después de un largo tropiezo e incontables raspaduras, me he puesto en pie.  

Esto no es más que una carta para mí, puede serlo para ti o para todo aquel que busque las palabras adecuadas. Si algo he aprendido, envuelta en un cielo gris, es que aún sin verse el sol, brilla cada día. También que las palabras no mueven montañas, pero si la voluntad. Hace falta coraje para levantarse y caminar. Y la lección más importante que me ha podido dar la vida, es que hace falta perderse para volver a encontrarse.

Con esperanza,

Claudia Frey

Comentarios

  1. Eres increible, te admiro en todo lo que haces y te aseguro que llegarás muy lejos en todo lo que te propongas. Sueña, vive y lucha en grande. Pd: lejos pero siempre cerca.

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