A fuego lento
Un viernes inesperado se convirtió en ganas de más. El sábado
ya solo quería el domingo también. Dicen que las mejores cosas en la vida
llegan sin preguntar, esas que revolucionan tu vida sin tocar el timbre y de
hecho tu no lo hiciste.
Me he quedado sin suelo en el que pisar porque no tengo planes
a los que aferrarme. Acostumbrada a entrar sin hacer ruido, contigo siento que
puedo vaciar mis pulmones. Ni siquiera habría
imaginado que una simple conversación a través de una pantalla pudiera reconfortarme,
pero ahora es la adicción de mí rutina. No sé si me estoy quemando o es el
calor que dejaste en mí el fin de semana pasado. Lo que si sé es que contigo se
está cumpliendo lo inimaginable.
Abrirme a ti ha sido fácil, como si ya tuviera en la memoria
las instrucciones de mis pasos a tu lado. Soy impaciente, pero contigo voy a
hacer una excepción.
Con paciencia,
Claudia Frey
Hermoso texto; sensibilidad a flor de piel
ResponderEliminarMuchas gracias Óscar! :)
Eliminar